AHORA es un regalo, por eso se llama presente.
Cada día está lleno de momentos que sentidos con atención y conexión son verdaderos regalos.
En las fechas que llegan se manejan también regalos más tangibles. Por mi parte, tengo intención de prestar más atención a los que no van envueltos:
Los momentos de silencio y caricias al acostarme o al despertarme con mis hijos
Las miradas de complicidad
Las risas
El saborear algo rico
El pestañear de mis hijos en mi cara haciéndome cosquillas
El asombro al ver florecer una flor
El intentar entender lo que le pasa al otro en momentos de conflicto
La libertad de los pájaros
El momento de reconocer mis errores
El entusiasmo de mis hijos porque han conseguido un nuevo reto en su autonomía
Los abrazos de reencuentro
La escucha silenciosa
El compartir una experiencia
El observar el fuego
Cuidar con-placer
Saltar charcos….
Y en el momento de recibir regalos “materiales” estaré atenta a recibir también el amor de quien lo entrega… También agradecer que un año más podemos compartir momentos mientras que las manitas de unos y las arrugas de otros vayan creciendo.
Ana Rial